jueves, 31 de marzo de 2011

Efecto mariposa y otras cosas que muerden.

Efecto  Mariposa


Qué envidia me da esa niña que te obsesiona, 
imaginarte dando vueltas por la noche
tomándote las sienes,
mientras te lleva el sueño
de sus piernas como olas,
impidiéndote escribir
y pensar correctamente.

Qué sadismo me provoca
ver mansa y trastocada
la implacable soberbia
del hombre y del artista.

Yo, maravillada, mirándote perdido,
pensando en frases hechas,
abatido en las ridículas inercias
del encuentro absurdo
que te ha volado los sesos.

Luces bien, cariño.
Eres justo como te había imaginado.
Eres el toro herido.
La belleza de la derrota.
Y no se si deba curarte o acabar contigo.

Qué envidia que alguien controle tus humores
y conduzca manos y deseos
sobre el cráter palpitante
que hace arder tu pluma
como artista adolescente.

¿Por qué no has reventado en mí?
¿Por qué no soy yo quien te tiene en tal estado?
Será que parece demasiado bueno, que da miedo...
Me fascina verte padeciendo.

Ella aletea, yo tempestad.



Diálogos desde mi Fausto interior (Behave yourself)

Obscuridad interior,
luz interior y tú,
que estás parado en el umbral.

No me importa jugar con fuego,
es mi elemento.
No hice la confirmación.
No me abofeteó la iglesia católica,
(directamente).

Me siento tentada
a seducirte, Mefisto.

¿Caerás?


Tales from his bed II.

Siempre me ha sorprendido
la habilidad de algunos hombres
para interpretar la moda femenina.

Tú, que no conoces
todos mis disfraces,
tienes un talento oculto.
Contigo, estoy elegantemente
descubierta.

Me gustaría, a cambio,
como en un trueque erótico,
darle buen uso
a tu memoria fotográfica:

Seda roja
sobre piel deseante.

Medias negras
sobre sábanas agenas.

Encaje sobre duela.

Inmoral-mirada-sobre-tí,
(sobre todo lo que eres)
te acecha
       desde
               el  reflejo
                   del televisor
                              apagado.

Plata sobre gelatina,
en la Colonia Roma.


IV. Pequeña imperfección.

Tuvimos un amor maravilloso,
casi perfecto:

¿No podrías haber sido tú
el que se quedaba llorando
mientras yo te dejaba?

Ese poema no es para tí.


Esos viejos rituales.

Honremos, cariño, a la Gran Tenochtitlan,
quiero
       comerte
                 el corazón.



Claridad.

Tengo la ligera sospecha
de sólo ser comprendida
por un whisky y Los Smiths.


(Íntimo homenaje al poeta de Orihuela).
Improbable Tauromaquia.

Hermoso y terreno,
eres hombre y eres toro.

Con los ojos fijos en la vida
te mueve un rojo y palpitante instinto.
Muerdes el polvo con elegancia
y todas las tardes se arrastran contigo.

Hermosa y franca criatura,
te conozco en lo profundo.
Te se marrajo.
Sabes que esperan que caigas,
y tú miras y corres y embistes.

Encuentras, abatido,
la gloria en el castigo”,
para demostrarte esas dos o tres cosas
que no se comprenden
a la sombra.

Así que ve a la arena
y sangra.
¿Valor y hombría?
Es cierto, en parte.
Pero lo que añoras,
es cuestión de instantes
y de formas:

La ejecución precisa
de la vieja danza
de Eros y Tanatos.
Se que no deseas
el bucólico indulto,
sino un teatro de muerte
.........................(estética).

Y toda roja yo,
con el poder de
convertirte en bestia,
cumplo con mi parte en la faena y
me dejo llevar,
como vuelo de capote,
por aldinegra embestida.

Cariño mío, soy yo la flor, la tuya,
también errante, también taurina.
Sabes que me tendrás
precisa y tarde.

Un domingo de fiesta
llaceremos en el ruedo.
(Sólo llegaré flotando
al final de tu vida).



Aguamala o medusa.
I'm a jealous girl i can't relate.


Esta canción tiene una imagen parecida a esos reflejos grises en el televisor apagado, sólo que Stellastarr dice: i wanna see your face in the reflection of my bedroom stereo. Si no entienden de qué hablo deben dar una vuelta más por este blog.  Sweet troubled soul. Denle click. Súbanle.