lunes, 27 de julio de 2015

Envidia de las Aves. Crónica de lo profundo en las BARRANCAS DEL COBRE.

Las Barrancas del Cobre, caldero de los Dioses. Poza tornasol en la se decanta la vastedad de la Tierra. Memorandum de la instantánea que es la vida, testigo panorámico de nuestra épica amorosa.

En las paredes de este cuenco mágico yacen las cobrizas inscripciones de todas las horas, las hilvanadas, las descubiertas; es un oficio para los dioses viejos, sacra caligrafía del tiempo, espigas remotas en un electrocardiograma de piedra, signos de un corazón paleozoico. Antiquísimo vertedero de cascadas: agua que corre rarámuri, lenguas líquidas que alimentan un ensueño tarahumara. Este sendero alto despierta con una nostalgia por mañanas más simples y más fundamentales, mañanas también crueles. Las fallas del espacio son las fallas del tiempo.  La cañada es el altar de todos los soles y en ella crece la verdad de la espina y la miel de un cristo vegetal.
El tren recorre el trazo de un Kandiski cósmico, un amor brilla en el coro de esta paleta tectónica. Cáliz magnífico para invocar al rosa,  al ocre, al azul cuando deviene verde, a todos los verdes, el que deviene azul como en los campos marinos para que las aves emerjan del océano improbable. Así es el cobre, alarde de timbres minerales, una duda cromática, despliegue de indecisión.
No es distinta la substancia ardiente que subyace y palpita bajo todo deseo. La Sierra Madre Occidental, es el resultado de un antiguo y violento beso ígneo. En la cañada una cumbre mira a otra y una tensión de vértigo pende entre sus bordes; al amanecer todos los límites se cubren de humedades y bocas de ríos imaginarios se beben entre las rocas. Caricias de nubes urgentes me recuerdan a Ulises. Me resulta preciso nadar entre dos profundidades y más abisal es su risa. ¿Volar, caer? Un pájaro metálico, canta al amor pendiente entre los riscos, es una fuga del alma, un poeta perdido.
 Aguamala o Medusa
Fotos de él
México, algún lugar entre Game of Thrones y El Señor de los Anillos

Queridxs, estoy en una crónica sobre el viaje y otras cosas ambivalentes de la vida, pero este retrato me resultaba urgente, me subí a un tren de sentimiento, el paisaje de fuera se parece al paisaje que se siente dentro, poemas a los que les gusta repetirse. Gracias por leer.